Hoy hablo desde el papel de madre primeriza (a pesar de que ya llevo casi un año "practicando"), hoy hablo desde la mujer que fui y a la que me refiero en pasado porque hoy se encuentra diferente, recargada, mejorada y sí, también agotada, tensa, angustiada por una gripe, buscando espacios para cortarse las uñas, para escribir esto, para trabajar y tener ese sentido de logro que todos los seres humanos necesitamos.
Y hablo desde ahí porque es la única forma de expresar mi tristeza...la tristeza que tengo por no saber explicar a las personas que quiero desde antes de ser mamá lo difícil que me es compaginarlo todo, verlas, abrazarlas, comer con ellas, platicar por horas...
Si tú eres de ese grupo, de ésas que son mis personas favoritas y lo sabes (porque lo sabes), por fa no te alejes, no te ofendas, no pienses que no quiero, que soy ingrata, que te malgasto...
Ahora he decidido estar con ella, con mi hija, dedicarme a cuidarle los resfriados, dormirla plácidamente en mi pecho, y lo he decidido con todo mi corazón y con toda la alegría contenida por el deseo de ser mamá que, tú sabes, había guardado por años.
No quiero mandar mensajes privados explicando, no quiero tener que decirte que te quiero todos los días, no quiero pedirte perdón por contestar siempre tarde, por no estar pendiente del teléfono móvil. Creo que no tengo que pedirlo, creo que, siendo tal vez un poco egoísta, lo único que espero es que tú me digas que ahí sigues (como sigo yo para ti), que sabes que estoy criando y que, aún en este caos, no me rechazas ni me juzgas.
Quisiera explicarte que, muchas veces, cuando hablamos, tengo que salir corriendo a limpiar un moquito, a rescatar a mi bebé de tragarse un dulce, a dar una medicina, a cambiar un pañal batido, a atender un llanto que me exige y que no me permite posponerlo. Sé que algunas de esas veces me dices "no hay problema" y el reclamo se atora en tu garganta; sé que me estabas contando sobre ese nuevo trabajo, galán, logro...y parece que yo no quise escucharte y te cambié por un pañal lleno de popó.
Hoy escribo esto para ti y para mí, porque estoy triste, porque a veces me siento ingrata, porque lo quiero todo, porque también te extraño, porque quiero compartirte esto que siento ahora, porque quiero abrazarte y llorar a veces, reír otras...porque no te olvido, porque me dueles y quiero conservarte ahora y siempre. Porque quiero saber siempre de ti, aunque en este preciso momento haya tomado una decisión que nos deja un poco alejados...
Estoy siendo madre y quisiera que me quisieras así.